miércoles, 31 de enero de 2007

MARCAS Y CIUDADES







Ciudades y marcas: un matrimonio inestable

Bebidas, aerolíneas, alfajores o el dulce de leche llevan denominaciones de localizaciones geográficas.
El vínculo puede ser de orgullo, dependencia o vergüenza.
Air Madrid salpicó la imagen de los madrileños y Paso de los Toros celebra turismo aventura en la ciudad uruguaya homónina


La gaseosa con territorio propio
Paso de los Toros arma un desafío en su tierra.
La bebida manejada por Pepsi lanza una carrera de aventura de 48 horas entre el 24 y 25 de marzo en la ciudad uruguaya donde nació.
Allí se miden fuerzas y capacidad física y se pone en acción el clásico slogan “arrolla la sed”.
Lo particular de este encuentro para la marca es que se realiza en las ciudades uruguayas de Tacuarembó y de Paso de los Toros.

Volver a las fuentes

El hecho de que una marca se vincule de modo directo con un lugar genera un vínculo especial. La relación entre la marca comercial que maneja Pepsi y la ciudad uruguaya situada en el departamento de Tacuarembó y a orillas del Río Negro es un caso particular.
Ver más detalles en:
http://www.d48pasodelostoros.com.uy/


Nuevo glamour

La localidad de Paso de los Toros, menos conocida para el público en general que la gaseosa que lleva su nombre, está tomando auge propio.
Por un lado, la propia sede de la ex-fábrica de Paso de los Toros, inaugurada en 1929 y comprada por Pepsi en la década del ‘50, fue sede de una instalación artística por parte de Enrique Ramírez.

De este modo, la ciudad es reconsiderada como un sitio de interés para movimientos artísticos, para deporte aventura y para turismo rural. Otro de los emblemas que porta la ciudad es haber sido la cuna del célebre escritor Mario Benedetti.

Versa y reversa

El vínculo de la bebida Paso de los Toros y la ciudad que la vio nacer parece ser una relación de amores pero también de rencores. De algún modo la ciudad se pregunta por qué un emprendimiento propio, obra de Rómulo Mangini, se transformó en algo más importante que la propia ciudad que le inspiró su nombre.

Para algunos, la historia de Paso de los Toros es amarga y dulce a la vez, tal como es la bebida tónica que la identifica. Un site local se ocupa de dar cuenta de la historia de la gaseosa que de la mano de Pepsi alcanzó popularidad.

Allí se detalla: “el local donde estuvo instalada fábrica todavía existe, frente a la estación de trenes, ... sobre el techo aún cuelgan, inútiles, algunos de los caños por donde circularon los brebajes”.

La marca entró al mercado argentino en 1964 y siempre mantuvo liderazgo dentro del específico segmento de las tónicas aunque también incursionó en nuevas versiones como el pomelo y el pomelo light.

Con sus idas y venidas la relación entre Paso de los Toros y su ciudad no deja de ser buena. Hoy, pasados los años, puede albergar otra vez a la gaseosa y tanto la localidad uruguaya como la marca de gaseosa pueden sacar provecho mutuo.

Viento en contra

Pero a veces, el vínculo entre las marcas y las ciudades entra en conflicto, al menos temporalmente.
Recientemente, la compañía aérea Air Madrid declaró su quiebra.
Entonces muchos se preguntaron. “¿podía esto afectar la imagen de una cuidad?”.
El temor es que la crisis de una compañía pudiera arrastrar en términos negativos a la imagen de marca de una ciudad y hasta de un país.

El efecto Madrid
La última encuesta realizada entre empresarios del sector turístico españoles y latinoamericanos por la consultora The Brand Partners indica que la crisis de la línea aérea española aumentó al percepción de indefensión del consumidor en el panorama empresarial español, informa el sitio cincodias.com.

Estandartes
Este tema generó polémica entre los especialistas españoles y bien puede traer el debate al resto del mundo.
Construir una marca de una región, país o ciudad, supone un largo y complejo proceso y el dilema se presenta al advertir que podría tirarse por la borda por el mal desempeño de una marca comercial que utiliza el nombre de ese lugar como estandarte.
Aquí tuvimos el caso de Aerolíneas Argentinas pero no hay mediciones de cómo afectó a la imagen del país el conflicto vivido hace unos años.
No casualmente las compañías aéreas suelen utilizar el nombre de sus países de origen y pueden quedar pegadas al destino de esos lugares o viceversa.
Sin duda, después de los ataques a las Torres Gemelas del 2001 la imagen de American Airlines quedó, valga la redundancia, “marcada” como un blanco probable de ataques terroristas.

En paralelo, hay casos de buena convivencia donde tanto la ciudad como las marcas se ven beneficiadas por una suerte de cobranding como Donna Karan New York (DKNY) o L’Oreal París.

Regionalismos
El vínculo entre ciudades y marcas también debe ser resguardado sobre todo en el caso de emprendimientos productivos donde el tema del “sello de origen” resulta clave para la comercialización.
El caso más destacado es el de la región de Champagne en Francia donde lograron que nadie más pueda utilizar el rótulo de la bebida alcohólica espumante como genérico de marca.
Esto supuso la llegada de denominaciones más insulsas y con menos glamour en todo el mundo, debiendo optar por “vino espumante” en vez del reconocido “champagne”.
El queso azul también dejó de lado al conocido Roquefort por razones similares.

Fama prestada
Otras ciudades del mundo, por el contrario, quisieran tener el nombre de alguna marca famosa. Tal es el caso de Perrier, el agua embotellada y comercializada por Nestlé.
Los pobladores de Vergèze en el sur de Francia, quisieran ser rebautizados como el agua mineral para reforzar su marca de ciudad.

En nuestro territorio también hay vínculos entre localidades y marcas, y justamente algunas en el rubro de aguas como Villavicencio, cuya agua embotellada se promociona como “una reserva natural para tu cuerpo” o incluso el caso de Sierra de los Padres.
También es fuerte la ligazón de las marcas de cervezas con lugares, partiendo de la emblemática Quilmes, pasando por muchas otras no tan conocidas entre los porteños pero de arraigo en el interior como Córdoba, Rosario, Salta, Río Segundo o Santa Fe.
Incluso, aunque muchos consumidores no lo tienen presente, la conocida marca San Cor no es más que el apócope de Santa Fe y Córdoba.
Marcas como La Suipachense, Gándara o Guaymallén también están ligadas a un lugar en el mapa.

Amores, dependencias, competencias y vergüenzas, todo es posible en este vínculo entre las marcas y las ciudades.

Alicia Vidal

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